Una de las plagas más temidas en los hogares es la carcoma. No es de extrañar teniendo en cuenta que este tipo de insectos xilófagos se alimentan del interior de la madera. Los daños que puede provocar una plaga de carcomas hacen que sea indispensable identificar su presencia lo antes posible para proceder con su eliminación, y para ello es fundamental contar con profesionales.

Consecuencias de tener una plaga de carcomas

Las larvas de la carcoma son las que utilizan la madera como fuente de alimento, de modo que pudren paulatinamente su interior con su saliva y sus excrementos. Además, este insecto tiene una gran capacidad de reproducción, puesto que en su fase adulta se convierte en un insecto volador cuyo objetivo es el de depositar sus huevos en huecos, grietas y hendiduras de la madera.

Las carcomas se sienten atraídas principalmente por las maderas viejas y húmedas, por lo que es habitual encontrar este tipo de plagas en casas antiguas con muebles y estructuras de este material. Lo que hacen al alimentarse de la madera, es que esta se va descomponiendo y debilitando hasta llegar a afectar a la rigidez de la estructura, poniendo en riesgo todo el inmueble y la seguridad de sus inquilinos.

La plaga de carcoma es difícil de detectar y actúa lentamente hasta que ya nos encontramos ante un problema de gran magnitud. De ahí que sea tan importante la prevención y ser conscientes de su presencia desde los primeros signos. Para ello, debemos fijarnos en los agujeros superficiales que dejan en la madera, así como el rastro de polvo que puede quedar encima o debajo del elemento infestado. Lo que ocurre es que, si vemos agujeros en la madera, significa que probablemente lleve infestada meses.

No debemos confundir una plaga de termitas con una plaga de carcoma. Se trata de dos insectos xilófagos diferentes. Con el fin de identificar, prevenir o de eliminar de forma efectiva una plaga de carcoma o de otros insectos xilófagos, lo mejor y que siempre recomendamos en Irabia, es acudir a profesionales que cuenten con el personal y con los recursos y productos adecuados para proceder con su total erradicación.