La temperatura afecta normalmente a la actividad y la presencia de la mayoría de los insectos. Cuando llegan las bajas temperaturas tan características del invierno, son muchos los que reducen su actividad. Incluso algunos desaparecen, entrando en una especie de hibernación. Sin embargo, las termitas ante las bajadas de temperatura, mantienen su actividad durante todo el año.

Como especialistas en control de plagas en Gipuzkoa y Navarra, es común pensar erróneamente que no hay plagas de termitas en invierno. Por eso, a continuación, explicamos un poco más sobre estos insectos xilófagos que dan tantos quebraderos de cabeza.

Las termitas ante las bajadas de temperatura

Como insectos que son, la actividad de las termitas en muebles de madera se ve afectada por las bajas temperaturas, como comentábamos anteriormente, de modo que reducen su ritmo, pero, a diferencia de otros insectos, se mantienen activas todo el año.

Lo que sí ocurre con este tipo de plagas, entonces, es que ven ralentizada su actividad cuando la temperatura disminuye. Además, en sus fases juveniles, también se frena su desarrollo y las reinas ponen menos huevos. Sin embargo, debemos tener en cuenta, que los edificios tienen unas condiciones óptimas en su interior, tanto de temperatura como de humedad, que hacen que las termitas encuentren en ellos su refugio perfecto para mantenerse activas durante todas las épocas del año y continuar con su trabajo en la madera.

Los muebles y cualquier otro elemento con celulosa se convierten así en susceptibles de ser infestados por una plaga de termitas, independientemente del mes en el que nos encontremos, y con todo lo que ello supone en cuanto a daños materiales, y los desperfectos que se pueden generar en las estructuras de madera de los edificios.

En Irabia, teniendo todo esto en mente y como expertos en control de plagas en Gipuzkoa y Navarra, creemos que es importante no bajar la guardia durante el invierno y estar atentos a los signos de la presencia de insectos xilófagos. Detectarlos a tiempo es el primer paso para luego proceder con su eliminación, que siempre debe quedar en manos de profesionales especializados.