Las termitas ocasionan daños devastadores en muebles u objetos de madera, incluso en grandes estructuras del hogar como vigas, por ejemplo. Se alimentan de celulosa, y por lo tanto, pueden acabar con cualquier superficie u objeto de madera y sus derivados. Incluso con los principales elementos estructurales de una casa. Las termitas constituyen una de las plagas más temidas, por los graves daños que ocasionan, por lo que es fundamental actuar rápidamente.

Pueden entrar en casa a través de los suelos de madera, desde los alrededores de los cimientos de una casa, o cualquier otra abertura en la plomería o líneas eléctricas. Las termitas que viven en la península suelen tener el termitero en el subsuelo ya que son lucífugas. Es por eso que siempre trataran de estar ocultas, lo que hace que puedan estar en su propiedad y no darse cuenta.

Las termitas de madera son visibles y dejan huella en forma de serrín, agujeros en la madera, rastros, o un enjambre alrededor de las aberturas en madera infestada, especialmente después de días de lluvia.

Las especies más comunes en el territorio nacional son la termita de la madera húmeda, la termita de la madera seca, y la termita subterránea. Dependiendo de la especie de termita se aplica alguno de estos tres tratamientos o la combinación de los tres: inyección en profundidad, gel, cebos, pulverización.

Cada especie y plaga ha de recibir un tratamiento específico, por lo que contar con la ayuda de especialistas en control de plagas es fundamental. No hacerlo puede tener graves consecuencias en su hogar.